Importancia de un buen diagnóstico para la caída de cabello

En el campo de la dermatología, las consultas por pérdida de cabello son bastante frecuentes. Para desarrollar una terapia adecuada y eficaz, es necesario reconocer que no todas las "pérdidas de cabello" son iguales.

Aunque la pérdida de cabello sea la queja principal del paciente, no siempre es así. También puede haber otros problemas. Además, pueden estar presentes otros síntomas o indicadores, como la descamación, el picor o la pérdida localizada o generalizada de densidad y el adelgazamiento del tallo capilar. Con ello, se puede obtener la información necesaria para dar el diagnóstico, determinando cuál de estos escenarios es el dominante.

Las alopecias pueden dividirse en dos categorías principales: las alopecias cicatriciales, que dan lugar a una pérdida completa y permanente del cabello; y las alopecias no cicatriciales, que no lo hacen. Por ejemplo, si sufres de alopecia androgénica (no cicatricial), los especialistas pueden asesorarte sobre los diferentes tratamientos para la alopecia.

Además, no todos los problemas capilares se originan en el cabello, puesto que las enfermedades o dermatosis que afectan a la piel del cuero cabelludo pueden repercutir en los tallos del cabello, que pueden verse directamente perjudicados por las agresiones externas.

Es fundamental comprender las numerosas dolencias que existen dentro de estas categorías: alopecia cicatricial, alopecia no cicatricial, enfermedades del cuero cabelludo y trastornos del tallo piloso. La única manera de llevar a cabo un tratamiento aceptable, personalizado y eficaz es con un diagnóstico preciso.